El interés por el cerebro ha provocado la aparición de algunos mitos que conviene desmontar. Se publican libros como: "Aprenda a dirigir con el cerebro derecho", "Déjese llevar por su cerebro intuitivo". Se han popularizado afirmaciones como: "Lo que no se aprende antes de los tres años no se aprende nunca", "La inteligencia está determinada genéticamente". Se trata de medias verdades que pueden convertirse en mentiras peligrosas.
Tokujama-Spinosa ha hecho un inventario de los principales mitos sobre el cerebro:
1. Los humanos utilizamos el 10% del cerebro. No tiene sentido esta afirmación. Las nuevas técnicas de neuroimagen nos permiten saber, por ejemplo, que cuando damos golpecitos con un dedo, se activa una gran parte del cerebro. Si golpeamos con el dedo al tiempo que leemos esto, manteniendo al mismo tiempo el equilibrio y la respiración, resulta que está activo casi todo el cerebro. Pero no hay que preocuparse, porque aunque en un momento determinado lo usemos todo, siempre podremos aprender más (Blakemore y Frith, 2007).
2. El cerebro tiene una capacidad ilimitada. Toda realidad material tiene límites. Sin embargo, el cerebro es un estupendo gestor de sus propias capacidades y conforme adquirimos maestría en una tarea, menor cantidad de energía necesitamos utilizar en ella, por lo que la capacidad del cerebro se amplía, pero hasta cierto límite.
3. Hay diferencias raciales en el cerebro. Las diferencias son culturales, no biológicas.
4. Todo lo importante para el cerebro sucede antes de los 3 años. No es verdad, porque la capacidad de aprendizaje es continua.
5. Las diferentes partes del cerebro trabajan aisladas. Las imágenes funcionales del cerebro han demostrado que muchas zonas colaboran en las tareas. Por ejemplo, la lectura implica áreas de ambos hemisferios.
6. Algunas personas usan más el cerebro derecho y otras el cerebro izquierdo. No es una afirmación rigurosa.
7. El cerebro registra la realidad objetivamente. En realidad, el cerebro somete los estímulos, que le llegan a través de los sentidos, a múltiples interpretaciones.
8. El cerebro siempre recuerda todo lo que le sucede. Sólo recuerda lo que ha accedido a la memoria a largo plazo.
9. Las neuronas no pueden ser reemplazadas. Ahora sabemos que la formación de neuronas se mantiene toda la vida.
10. El cerebro es inmutable. No solamente cambia, sino que es imposible que no lo haga. El cerebro es un órgano en continuo movimiento.
11. Aprender otro idioma interfiere con el aprendizaje de la lengua materna. La verdad es justamente lo contrario: es beneficioso, y conviene iniciarlo cuanto antes.
12. Los niños son páginas en blanco. No. Los niños nacen ya programados para muchas cosas; por ej., para el lenguaje (Pinker, 2002).
13. Cerebro y mente están separados. No. La mente es una creación del cerebro. Lo que ocurre es que la mente puede actuar sobre el propio cerebro que la creó, cambiándolo.
14. El desarrollo incompleto del cerebro explica la conducta de los adolescentes. No. Hay que tener en cuenta la influencia de los cambios hormonales, del entorno familiar, de la educación, etc., y que el cerebro va cambiando de estructura.
15. La razón es opuesta a la emoción. Los estudios de Antonio Damasio han demostrado la falsedad de este mito (Damasio, 2010).
16. El aprendizaje no estructurado es mejor para el desarrollo cerebral que el estructurado. No, el cerebro aprende bien de las dos maneras.
17. La plasticidad cerebral es producto de una buena pedagogía. Es al revés, la buena enseñanza y la buena educación aprovecha la plasticidad del cerebro.
18. El aprendizaje puede aislarse del entorno social o emocional. No. El entorno influye contínuamente en todas las funciones del cerebro humano.
19. La historia del estudiante no afecta a su aprendizaje. No es cierto porque el aprendizaje se hace a partir de lo que ya se sabe, utilizando las destrezas adquiridas y bajo la influencia de los hábitos que dependen de la experiencia pasada.
20. La memorización no es necesaria para los procesos mentales complejos. Hay que explicar que sin memoria no es posible ninguna actividad intelectual. Percibimos desde la memoria. Pensamos desde la memoria. Creamos desde la memoria.
Tokujama-Spinosa ha hecho un inventario de los principales mitos sobre el cerebro:
1. Los humanos utilizamos el 10% del cerebro. No tiene sentido esta afirmación. Las nuevas técnicas de neuroimagen nos permiten saber, por ejemplo, que cuando damos golpecitos con un dedo, se activa una gran parte del cerebro. Si golpeamos con el dedo al tiempo que leemos esto, manteniendo al mismo tiempo el equilibrio y la respiración, resulta que está activo casi todo el cerebro. Pero no hay que preocuparse, porque aunque en un momento determinado lo usemos todo, siempre podremos aprender más (Blakemore y Frith, 2007).
2. El cerebro tiene una capacidad ilimitada. Toda realidad material tiene límites. Sin embargo, el cerebro es un estupendo gestor de sus propias capacidades y conforme adquirimos maestría en una tarea, menor cantidad de energía necesitamos utilizar en ella, por lo que la capacidad del cerebro se amplía, pero hasta cierto límite.
3. Hay diferencias raciales en el cerebro. Las diferencias son culturales, no biológicas.
4. Todo lo importante para el cerebro sucede antes de los 3 años. No es verdad, porque la capacidad de aprendizaje es continua.
5. Las diferentes partes del cerebro trabajan aisladas. Las imágenes funcionales del cerebro han demostrado que muchas zonas colaboran en las tareas. Por ejemplo, la lectura implica áreas de ambos hemisferios.
6. Algunas personas usan más el cerebro derecho y otras el cerebro izquierdo. No es una afirmación rigurosa.
7. El cerebro registra la realidad objetivamente. En realidad, el cerebro somete los estímulos, que le llegan a través de los sentidos, a múltiples interpretaciones.
8. El cerebro siempre recuerda todo lo que le sucede. Sólo recuerda lo que ha accedido a la memoria a largo plazo.
9. Las neuronas no pueden ser reemplazadas. Ahora sabemos que la formación de neuronas se mantiene toda la vida.
10. El cerebro es inmutable. No solamente cambia, sino que es imposible que no lo haga. El cerebro es un órgano en continuo movimiento.
11. Aprender otro idioma interfiere con el aprendizaje de la lengua materna. La verdad es justamente lo contrario: es beneficioso, y conviene iniciarlo cuanto antes.
12. Los niños son páginas en blanco. No. Los niños nacen ya programados para muchas cosas; por ej., para el lenguaje (Pinker, 2002).
13. Cerebro y mente están separados. No. La mente es una creación del cerebro. Lo que ocurre es que la mente puede actuar sobre el propio cerebro que la creó, cambiándolo.
14. El desarrollo incompleto del cerebro explica la conducta de los adolescentes. No. Hay que tener en cuenta la influencia de los cambios hormonales, del entorno familiar, de la educación, etc., y que el cerebro va cambiando de estructura.
15. La razón es opuesta a la emoción. Los estudios de Antonio Damasio han demostrado la falsedad de este mito (Damasio, 2010).
16. El aprendizaje no estructurado es mejor para el desarrollo cerebral que el estructurado. No, el cerebro aprende bien de las dos maneras.
17. La plasticidad cerebral es producto de una buena pedagogía. Es al revés, la buena enseñanza y la buena educación aprovecha la plasticidad del cerebro.
18. El aprendizaje puede aislarse del entorno social o emocional. No. El entorno influye contínuamente en todas las funciones del cerebro humano.
19. La historia del estudiante no afecta a su aprendizaje. No es cierto porque el aprendizaje se hace a partir de lo que ya se sabe, utilizando las destrezas adquiridas y bajo la influencia de los hábitos que dependen de la experiencia pasada.
20. La memorización no es necesaria para los procesos mentales complejos. Hay que explicar que sin memoria no es posible ninguna actividad intelectual. Percibimos desde la memoria. Pensamos desde la memoria. Creamos desde la memoria.
- Nota. El profesor Marina tiene la convicción de que la colaboración entre la neurociencia y la pedagogía va a mejorar extraordinariamente el sistema educativo, proporcionando mayor eficiencia y profundidad. Nos recuerda, asímismo, que el objetivo de la educación es formar el cerebro para que produzca personalidades autónomas, libres, competentes, capaces de elegir bien sus metas y de gestionar sus capacidades y energías. Desde hace muchos años trabaja en una teoría de la inteligencia que comience en la neurología y termine en la ética, y la educación es el banco de pruebas ideal para ella.
Tomado del Prof. J. A. Marina, Catedrático de Filosofía, Director de la Universidad de Padres (UP). La Educación del cerebro. Brújula para Educadores. Programa de Formación Continuada. Sociedad de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria. Pediatr Integral 2011; XV(5): 473-477