A finales de los 80 se hizo famoso el "beso del sueño". Era una estrategia utilizada por algunas prostitutas para dormir al cliente con sustancias narcóticas y así aprovechar para robarle. Hasta hace poco tiempo, otros relatos tambien formaban parte de la leyenda urbana del siglo pasado. Por ejemplo, un desconocido aprovecha el despiste de una chica en la barra de una discoteca o en una fiesta para poner en su bebida unas gotas de un líquido sin olor, sin color y sin sabor. Al rato, la joven despierta de un sueño, sin recordar nada y con huellas de haber sido víctima de abuso.
Desde 2002, se están detectando agresiones en nuestro país en las que se utilizan, como armas incapacitantes, drogas sedantes, hipnóticas o anestésicas. En 2004 empezaron a surgir casos, más frecuentes en chicas entre 18 y 25 años, con trastornos raros: no recordaban nada, no eran consumidoras de drogas y después de tomar algo en un bar o en una fiesta aparecían en un sitio desconocido con lesiones por haber sido abusadas. Este tipo de delito ha sido subestimado según publicaciones especializadas (Journal of Clinical Forensic Medicine 2006;13:181-185). Por otra parte, la escasez de denuncias se debe muchas veces a la amnesia sufrida y a la ausencia de análisis de sustancias estupefacientes. Según los expertos de nuestro país, el 20% de las violaciones que se producen en España podrían haber sido facilitadas por la utilización de fármacos y drogas.
En la literatura científica y entre los Cuerpos de Seguridad del Estado se las conoce como rape drugs (drogas de la violación). Son sustancias con un poder de sedación muy potente que incapacita a la víctima para defenderse, borran de su memoria lo sucedido e impiden así el esclarecimiento de lo sucedido. A la lista de los sedantes e hipnóticos se suman ahora alucinógenos milenarios (como la escopolamina -más conocida en Colombia y Ecuador como burundanga-, que se extrae de una flor), drogas de síntesis química (como la gammahidroxibutirato -GHB-, mal llamado éxtasis líquido) y la ketamina (un anestésico veterinario).
Casi todas las drogas citadas provocan somnolencia, dificultad para comunicarse, alucinaciones, vómitos y amnesia. Además, estos efectos son más intensos y la sensación de conmoción y extrañeza aún mayor si se ha consumido alcohol. Para los médicos forenses, la realización de pruebas toxicológicas en las primeras 24 horas son clave para poder aclarar este tipo de agresiones. Las drogas referidas se eliminan por la orina, el sudor o los terminales capilares. Con todo, el alcohol es la sustancia legal que más aparece en tales situaciones.
Recientemente se ha comercializado el llamado Drink Detective. Se trata de un test para determinar si una bebida contiene dosis mínimas de algunas de estas sustancias: benzodiacepinas, GHB y ketamina. Es decir, consta de tres test en uno: el test K (detecta ketamina y derivados), el test B (detecta benzodiacepinas y derivados) y el test G (detecta GHB y derivados). Se comercializa en un sobre que contiene una pipeta de plástico y una cartulina con tres líneas de reactivos. Test K: se coloca una gota de la bebida en un papel de filtro cuadrado de color amarillo y si vira a rojo/naranja con o sin círculo blanco es positivo a ketamina. Test B: se recomienda esperar 5 segundos entre las cuatro gotas de bebida que se depositan en el extremo de una tira y, si aparecen dos señales verticales, es positivo a benzodiacepinas. Test G: como en el test K, se coloca una gota de la bebida en un papel de filtro de color marrón y, si aparece una mancha rodeada de un círculo azul, es positivo a GHB ("éxtasis líquido").
Desde luego, este test tiene sus limitaciones, como falsos positivos si hay: zumo de tomate o naranja (falso positivo a la ketamina), soda (falso positivo a GHB) o algún alimento en la bebida. Por otro lado, la realización de una prueba química, aunque sea sencilla, no deja de ser engorrosa para una adolescente. Otro inconveniente puede ser que, por ahora, las instrucciones sólo están en inglés.
Si desea ver un vídeo demostrativo, en inglés pero fácilmente comprensible, entre en la siguiente dirección:
www.drinkdetective.com/science/drink_detective.mpgPuede adquirirse, a través de internet en Doctor Test:
www.doctortest.com/comprar-drink-detective-p-126.htlmAdaptado de Dr. S. García Tornel. Pediatría Integral 2009. Vol. XIII; núm. 7: 671-672.