En este estudio se revela que no siempre que los padres reconocen que sus hijos tienen sobrepeso (comparados con los padres que muestran más dificultad para aceptarlo) hay más probabilidad de que se adopten, en el hogar, conductas útiles tales como: tener en casa más frutas y verduras, menos dulces y comidas rápidas, ver menos la televisión durante la cena, comer más a menudo en familia, etc.
En cambio, cabe tambien la posibilidad de que los padres, preocupados por el sobrepeso de su hijo adolescente, puedan incluso llegar a presionarlo de alguna forma para ponerse a dieta, lo que supone una peor evolución del peso al cabo de 5 años, especialmente en las muchachas.
En conclusión, es frecuente que el reconocimiento por parte de los padres del sobrepeso del niño no se traduzca en adoptar actitudes adecuadas, sino que puede llevar a otras que no sean saludables, como estimularlo a que se someta a una dieta de adelgazamiento. Por tanto, en vez de centrar la atención exclusivamente en el peso, puede ser mucho más importante dirigir los esfuerzos para ayudar a los padres a mantener un ambiente familiar que apoye la comida sana, el ejercicio físico y una situación de bienestar. Adaptado de Dianne Neumark-Sztainer, PhD y cols. Pediatrics. 2008;121:e1495-e1502.