Una encuesta realizada en Estados Unidos ha revelado que la tercera parte de la población de ese país toma remedios medicinales a base de hierbas. Estas medicinas alternativas adquieren cada vez más popularidad porque se les atribuye una buena tolerancia y la falta de efectos secundarios, lo cual va unido a veces a la duda respecto a la eficacia de la medicina convencional. En el caso de la población infantil, los remedios que se utilizan con más frecuencia son los preparados de Echinacea purpurea, a pesar de no haberse demostrado de forma convincente su eficacia y seguridad.
A la equinácea (Echinacea purpurea) se le atribuyen propiedades medicinales. En Alemania está aprobada oficialmente para su uso como tratamiento de apoyo en las infecciones de las vías respiratorias altas (IVRA), y en Estados Unidos se recomienda para la prevención y el tratamiento de los resfriados. Para determinar si la equinácea es eficaz para disminuir la duración y/o la intensidad de los síntomas en las IVRA infantiles, este grupo de investigadores de Washington ha llevado a cabo un ensayo aleatorio, a doble ciego y controlado con placebo (sustancia que, careciendo por sí misma de acción terapéutica, produce algún efecto curativo en el paciente, si éste la recibe convencido de que tiene realmente tal acción).
En este estudio, de 4 meses de duración, se incluyó a 407 niños de 2 a 11 años: 200 en el grupo de tratamiento con equinácea y 207 con placebo. El tratamiento se inició al comienzo de los síntomas y no hubo diferencias significativas entre el grupo equinácea y el grupo placebo. Es decir, los autores concluyeron que sus resultados no apoyaban el uso de equinácea para el tratamiento de las IVRA en niños de 2 a 11 años.
Finalmente, el valor de los tratamientos convencionales para los resfriados aún no se ha demostrado, y si se comprobara que la equinácea es inofensiva y que posee efectos beneficiosos, ello podría suponer un significativo impacto en pediatría. Sin embargo, este estudio confirma los resultados de otro anterior, efectuado en alumnos de la universidad, donde tampoco hubo mejoría en los síntomas de las IVRA, por lo que el uso de esta planta no puede recomendarse, en la actualidad, para el tratamiento de estas infecciones. Adaptado de Koenig, K. y cols. Arch Dis Chid 2006; 91(6): 535-537. Taylor JA, Weber W, Standish L, y cols. JAMA 2003;290:2824-30, M. Dubik, MD. AAP Grand Rounds. 2004; vol.2, núm.3: 33.