Investigadores canadienses han realizado un ensayo, controlado y aleatorizado, en lactantes sanos de 4-6 meses, que recibieron la vacuna habitual DTPa-Hib, para valorar el dolor agudo al utilizar la técnica estándar de inyección, en comparación con un método más rápido.
En todas las vacunaciones se utilizaron agujas de calibre 25 y 22 mm y se aplicaron en la cara anteroexterna del muslo. Los lactantes del grupo estándar recibieron la vacuna con aspiración lenta antes de la inyección, seguida de inyección lenta (5-10 seg.) y retirada lenta de la aguja. En los lactantes del grupo rápido no hubo aspiración, la inyección fué rápida (1-2 seg.) y la retirada de la aguja también rápida.
Todas las vacunaciones se grabaron en vídeo, incluyendo los 30 segundos posteriores y el dolor inmediato del niño se valoró por un codificador adiestrado, a partir del análisis del vídeo, registrando las respuestas al dolor (muecas faciales, llanto y movimientos corporales) en una escala de 0 a 10. El tiempo de llanto se midió con la videograbación y los padres también valoraron el llanto del bebé con una escala visual.
No se observaron efectos adversos inmediatos en ningún niño y los autores concluyen que la vacunación con una técnica rápida es menos dolorosa.
Este estudio, sencillo e ingenioso, demuestra que la técnica estándar es significativamente más dolorosa y, según las recomendaciones actuales, la aspiración antes de inyectar vacunas (es decir, tirar del émbolo hacia atrás después de introducir la aguja, antes de inyectar el líquido) no es necesaria debido a que en los lugares de inyección no hay vasos de gran calibre.
En una encuesta reciente efectuada a profesionales de enfermería y pediatras se observó que el 75% aspiraba antes de inyectar, aunque el 43% opinaba que la aspiración aumenta el dolor del niño.
Según los autores de este estudio, no se ha producido nunca un caso publicado de inyección intravascular involuntaria en las vacunaciones.
Además de la inyección rápida, otras técnicas útiles para reducir el dolor de la inyección incluyen la "distracción" (hacer sonar música o pretender la eliminación del dolor con un soplido), ingerir un líquido azucarado, dar el pecho, enfriar el lugar de la inyección o emplear analgésicos tópicos. El tratamiento previo (30-60 minutos antes de la inyección) con una crema de lidocaína-prilocaína al 5% puede disminuir el dolor y el uso de un spray tópico refrigerante inmediatamente antes de la vacunación puede ser asímismo eficaz.
Por tanto, la adopción de técnicas para reducir las molestias o el dolor provocado por las vacunaciones puede ayudar a superar los temores de los niños a las inyecciones y las dudas de algunos padres para vacunar a sus hijos. Adaptado de Taddio A, Sam J, y cols. Arch Dis Child, publicado online el 8 de Agosto de 2007;doi:10.1136/adc.2007.118695. M. Dubik, MD. AAP Grands Rounds (Ed esp). 2008; vol.6, núm.1: 1-2.