Hay que diferenciar la "mala pronunciación" -tambien llamada disartria normal de los niños que están empezando a hablar- del falso tartamudeo (seudotartamudeo). En el primer caso los niños omiten o sustituyen sonidos de modo que puede resultar difícil identificar algunas palabras. Sin embargo, el seudotartamudeo es el término que se usa para describir la repetición normal de palabras o frases entre los 18 meses y los 4 ó 5 años de edad.
Las características del tartamudeo verdadero son: repeticiones de sonidos, sílabas, palabras o frases con titubeos, pausas en el habla y temor a hablar. Es más probable cuando el niño está cansado, agitado o sometido a tensión y más frecuente en varones.
El falso tartamudeo se presenta cuando la mente del niño puede formar palabras más rápidamente de lo que su lengua puede pronunciar a esa edad. En la mayoría de los casos, el tartamudeo verdadero se desarrolla cuando un niño con seudotartamudeo es presionado para que mejore y se da cuenta de su falta de facilidad para hablar. Poco tiempo después el niño empieza a prever que hablará mal y se esforzará para corregir sus palabras. Como está tenso cuando habla, más trata de controlar su lenguaje y tanto peor se vuelve éste. Con cierta frecuencia los factores hereditarios o genéticos predisponen al tartamudeo.
Aproximadamente siete de cada diez niños pronuncian las palabras claramente desde que comienzan a hablar. El resto, entre uno y cuatro años de edad, tienen disartria normal; es decir, pronuncian muchas palabras de forma ininteligible para otras personas o incluso para sus padres. Sin embargo, el seudotartamudeo se presenta en el 90% de los niños, en contraste con el verdadero tartamudeo, que sólo se observa en el 1%.
La disartria normal no es una fase breve, sino que muestra una mejoría lenta o muy gradual a lo largo de varios años, de manera que el lenguaje de estos niños puede que no llegue a ser totalmente comprensible hasta los 5 ó 6 años de edad. Por otro lado, el seudotartamudeo, si se maneja correctamente, persistirá solamente 2 ó 3 meses. En cambio, el tartamudeo verdadero sin tratamiento puede empeorar con la edad.
¿ Cómo pueden actuar los padres para la prevención del tartamudeo verdadero y el tratamiento del tartamudeo leve? :
- Estimule la conversación. Siéntese y hable con su hijo por lo menos una vez al día. Háblele siempre de temas amenos y agradables. No le pida al niño que recite o haga una presentación verbal. Procure que hablar le resulte divertido.
- No debe corregir el habla de su hijo. Evite manifestar cualquier desaprobación, tal como decir "Deja ya de tartamudear" o "Piensa antes de hablar". Recuerde que éste es el lenguaje normal de su hijo para su edad y que no es controlable. No trate de mejorar su gramática o pronunciación. Debe evitar tambien elogiarlo cuando hable mejor, porque esto significa que su lenguaje anterior no era tan bueno como debería haber sido.
- No interrumpa a su hijo. Déle a su hijo tiempo suficiente para que termine lo que está diciendo. No le complete las frases ni permita que le interrumpan sus hermanos.
- No le pida que repita o que empiece otra vez. Si es posible, trate de adivinar el mensaje. Escuche atentamente cuando su hijo hable. Sólo si no entiende un comentario que parece ser importante deberá pedirle que se lo diga otra vez.
- Tampoco le pida que practique cierta palabra o sonido. Esto sólo hace que se sienta más cohibido acerca de su forma de hablar.
- No le exija que hable más lentamente. Intente comunicarle que no hay prisa. Un lenguaje apresurado es una fase temporal que no puede ser modificada por las órdenes de los padres.
- No lo considere tartamudo. Los calificativos tienden a convertirse en profecías autocumplidas.
- Es imprescindible no hablar en presencia de su hijo sobre sus problemas de lenguaje.
- Haga conocer estas guías generales a los amigos, vecinos y demás personas de su entorno y nunca permita que sus hermanos se burlen del tartamudeo o que lo imiten.
- En general, hay que ayudarle a relajarse y a sentirse aceptado. En caso de haber aplicado una disciplina rigurosa, habrá que conseguir ser menos severo con él.
Por último, será necesario consultar con el pediatra o psicólogo infantil si el niño tiene más de cuatro años de edad, si el tartamudeo es muy pronunciado, si presenta muecas o tics, si se siente temeroso cuando habla, si hay antecedentes familiares de tartamudeo, si hay retardo del lenguaje (no dice ninguna palabra a los 18 meses), si con más de 2 años de edad su lenguaje es ininteliligible y, en todo caso, cuando el tartamudeo no ha mejorado después de probar con este programa durante dos meses. Adaptado de B.D. Schmitt, M.D. "Your Child's Health".