El acné se debe a la actividad excesiva y a la obturación o cierre de las glándulas sebáceas. Más del 90% de los adolescentes llegan a tener acné. La causa principal es el aumento de las concentraciones de hormonas durante la adolescencia.
No es causado por la dieta, y no es necesario restringir los alimentos fritos, el chocolate o cualquier otro alimento. No tiene ninguna relación con la actividad sexual ni con la suciedad o con el hecho de no lavarse la cara con demasiada frecuencia.
Aparece sobre todo en la cara, el cuello y los hombros. Las lesiones típicas son comedones (puntos negros), pústulas (puntos blancos) y protuberancias rojas (granos). La superficie de los comedones es más oscura o negra debido a la reacción de oxidación de la grasa en contacto con el aire. El color blanco de las pústulas es por el acúmulo de pus (infección). El color rojo de los granos muestra la inflamación de la piel; por ello, pueden llegar a ser dolorosos.
En la actualidad no hay ninguna medicina mágica que cure el acné. Sin embargo, el buen cuidado de la piel puede mantenerlo bajo control y a un nivel leve.
La piel debe lavarse dos veces al día, siendo el momento más importante a la hora de acostarse. Se debe utilizar un jabón suave tal como la marca Dove. El cabello debe ser lavado diariamente, con champú. Si el cabello es demasiado largo puede empeorar el acné por fricción.
Los puntos blancos son glándulas sebáceas que se han infectado y deben ser tratados con una crema o gel de peróxido de benzoílo. Este preparado ayuda a abrirlos y a eliminar las bacterias. Puede obtenerse sin receta. Pídele a tu farmacéutico que te recomiende una marca. La crema debe ser aplicada una vez al día, a la hora de acostarse. En los pelirrojos y rubios la crema inicialmente debe aplicarse un día sí y otro no. Es posible que haya descamación de la piel. No hay que dejar de utilizarla a menos que la cara esté dolorida o muy irritada y puede ser necesaria durante uno o dos años.
Además, los puntos blancos pueden abrirse. Esto debe hacerse únicamente después de lavarse bien la cara y las manos. Los que se abren probablemente se curarán en 2 días en lugar de 7. Sin embargo, es necesario hacerlo correctamente. Usa una aguja esterilizada con alcohol. La abertura debe ser suficientemente grande, y si se quiere apretar para extraer el pus, hay que hacerlo suavemente. Abrir puntos blancos pequeños no producirá cicatrices, pero apretar granos grandes, rojos y dolorosos sí puede provocarlas.
Los tapones que cierran las glándulas sebáceas son los puntos negros o comedones y pueden ser tratados tambien con peróxido de benzoílo, puesto que es un excelente agente para eliminar la piel engrosada alrededor de las aberturas de las glándulas. Asímismo, los puntos negros pueden extraerse fácilmente con un pequeño aparato que suele encontrarse en las farmacias.
Hay que evitar, en lo posible:
-Frotarse la piel. Es perjudicial porque irrita las aberturas de las glándulas y puede hacer que se cierren más aún.
-Aplicar sustancias aceitosas o grasas en la cara. Estas empeoran el acné al obstruir todavía más. En caso de utilizar cosméticos, deben ser de base acuosa y lavarse para quitarlos antes de acostarse.
-Utilizar tónicos capilares o cremas para el cabello (especialmente si tienen un componente graso). Con el sudor se escurren hasta la cara y empeoran el acné.
Evidentemente, habrá que consultar con el pediatra o dermatólogo si el acné no mejora después de tratarlo con peróxido de benzoílo durante un mes, si éste no se tolera bien y cuando aparecen más de cinco o seis granos rojos, grandes o dolorosos al tacto o a la presión.
Puesto que el acné persiste hasta los 20 o incluso más años, el médico debe darle la importancia estética y psicológica que tiene para los adolescentes y prestarles la atención que merecen por ello. Adaptado de B.D. Schmitt, M.D. "Your Child's Health".