Dado que los medios de comunicación (televisión, radio, publicidad, películas, vídeos, música, videojuegos e internet) influyen en la forma que tiene la población infantil de percibir el entorno, es muy importante controlar la exposición de los niños a estos medios con fines preventivos, al igual que se hace con la alimentación, el deporte, las vacunaciones y las revisiones médicas.
El grado de exposición de los niños y adolescentes a los medios de comunicación permite predecir las conductas de riesgo y los efectos adversos en la salud, tales como la obesidad, la violencia o las conductas agresivas, el consumo de tabaco y alcohol y el inicio precoz de las relaciones sexuales (mayor riesgo, por tanto, de embarazo o de contraer enfermedades de transmisión sexual).
En general, un niño pasa hasta seis horas al día viendo televisión, jugando a videojuegos, escuchando música, etc. Por ello, en 1999, la Academia Americana de Pediatría publicó tres recomendaciones sobre la educación asociada a los medios de comunicación: reducir el tiempo de exposición infantil a estos medios, evitar que los menores de 2 años vean la televisión y fomentar entretenimientos alternativos.
Los profesionales de la salud deben colaborar para que los padres valoren los riesgos de una exposición excesiva y adopten, en la medida de lo posible, estas tres saludables conductas para sus hijos. Adaptado de Mcllhaney, J.S. Pediatrics 2005; 116(1): 327-328.