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"Solo dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: uno, raíces; otro, alas" (Hodding Carter)

jueves, 7 de febrero de 2008

Autismo y Vacuna Triple Vírica.

Investigadores daneses revisaron la relación entre la vacuna antisarampión, paperas y rubeóla (triple vírica) y el autismo. Todos los niños nacidos en Dinamarca entre el 1 de enero de 1991 y el 31 de diciembre de 1998 fueron elegibles. En el conjunto se incluyó a 537,303 niños, se efectuó un seguimiento de los niños que se vacunaron y de los que no recibieron la vacuna y, globalmente, no hubo un mayor riesgo de desarrollar autismo (riesgo relativo [RR] ajustado, 0,92; intervalo de confianza [IC] del 95%, 0,68-1,24) entre los niños vacunados frente a los no vacunados.

Es decir, sigue en aumento la acumulación de datos científicos que niegan cualquier relación entre la vacuna triple vírica y el autismo. Este estudio, al igual que la investigación finlandesa publicada conjuntamente, debería servir para eliminar toda sospecha sobre la existencia de tal relación. Si los que no son partidarios de la vacuna albergaban dudas acerca de la calidad de los estudios anteriores, el diseño del actual proporciona la potencia estadística suficiente para negar cualquier asociación.

Hasta que se conozcan las causas del autismo y los motivos de su creciente frecuencia, incluso excelentes estudios como el presente de poco pueden servir para tranquilizar a los atribulados padres. Es mucho más fácil suscitar temores que tranquilizar afirmando que no existe base científica para justificar la preocupación o, como en este caso, que una vacuna es inofensiva.

Así, es responsabilidad del pediatra la educación de las familias para desechar los conceptos erróneos basados en el temor y alimentados por el desconocimiento. Adaptado de Madsen KM y cols. N Engl J Med. 2002;347: 1477-82, M.H. Rathore, MD y L.L. Barton, MD. AAP Gran Rounds (Ed esp). 2003; vol.1, núm.3: 41-42.