Cuanto mayor es la dosis de nicotina que recibe el lactante a través del pecho, tanto menor es la duración del sueño.
En conclusión, un episodio agudo de consumo de tabaco en las madres que lactan altera el patrón del sueño-vigilia de los niños. Por tanto, es posible que los temores de que la leche tenga sabor de tabaco y de que pueda trastornar el sueño de sus hijos motiven a las madres lactantes a abstenerse de fumar para poder dar el pecho durante más tiempo. Adaptado de J.A. Mennella, PhD y cols. Pediatrics (Ed esp). 2007;64(3):178.