Cada año, en Estados Unidos, entre 15 y 20 niños fallecen antes de los 10 años de edad y más de 4000 ingresan en urgencias por lesiones y traumatismos causados por caídas desde una ventana. La frecuencia de este tipo de accidentes es, lógicamente, más alta durante los calurosos meses de verano, al dejar abiertas las ventanas.
En el mes de Julio de 2006, en Leicestershire, Inglaterra, se produjeron seis accidentes de niños, entre 3 y 5 años, que se habían caido por la ventana de su habitación. En cinco casos, su cama estaba cerca de la ventana. Todos tuvieron que ingresar en la unidad de cuidados intensivos pediátricos, presentaban alteración de la conciencia y necesitaron respiración asistida durante 12-24 horas. La permanencia en la UCI fué de uno a tres días y la estancia hospitalaria total fué de 3 a 10 días. Cinco niños tenían fracturas de huesos largos y de cráneo, y en dos se encontraron imágenes anormales en resonancia mágnética o TAC.
Este tipo de accidentes puede prevenirse si se adoptan medidas tan sencillas como colocar cierres de seguridad en las ventanas para evitar que se abran más de 10 cm y separar la cama y los muebles de las ventanas, sobre todo las literas. Tomado de Hussain, N. y cols. Arch Dis Child 2007; 92(1): 90.