En los últimos años, gracias a las campañas realizadas sobre esta cuestión, se aprecia significativamente, un aumento de las medidas de protección solar en los niños y, como consecuencia, un descenso en la frecuencia o intensidad de quemaduras solares. Sin embargo, este estudio pone de manifiesto que los adolescentes, por su interés en el bronceado o por descuido, siguen sin protegerse de forma adecuada y las quemaduras solares son, por tanto, más frecuentes que en los niños. Tomado de Vilma Cokkinides, PhD. Pediatrics (Ed esp). 2006;62(3):625-36.