En realidad, cuando los padres acuden a la consulta con su hijo, esta pregunta, casi siempre, está en el aire, bien de forma explícita o tácita. Y merecen una respuesta. Si los padres necesitan un criterio experto de información técnica, el médico debe proporcionarles esta ayuda y explicarles que pueden tomar diferentes decisiones con el apoyo total del médico.
Cuando los padres simplemente quieren la confirmación de que están tomando decisiones razonables, los médicos deben ser generosos con su tiempo, apoyarles y decirles si ellos habrían tomado una decisión similar.
En cualquier caso, si no hay sinceridad entre los padres y el pediatra existe poca base para la confianza mutua y para una toma de decisiones compartida. Los pediatras han de establecer un equilibrio delicado; debemos dar a los padres la información precisa y honesta que reclaman pero no debemos presionarles ni dar la impresión de que nuestros valores son de alguna forma "mejores" que los suyos. Los médicos debemos facilitar más que dirigir la toma de decisiones de los padres. Tomado de Alexander A. Kon, MD. Pediatrics (Ed esp).2006;62(1):435-8